«Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti, y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta».
Aquel que sepa quién es el autor de esta frase, seguramente también lo ama a él como a sus letras, y quizá sienta pasión por cada uno de sus textos.
Esa misma efusión es inevitable cada vez que mis ojos lo leen, y hoy ese pequeño fragmento parte de un texto impecable implica un significado más fuerte que de costumbre.
Las formas de expresión son infinitas y podría decir que la de las letras es mi preferida, pero creo también que el poder de un abrazo muy sentido, de un férvido beso y de la presencia es más fuerte que cualquier otra cosa.