Filosofía · Libros

La Náusea.

nausea[1]

Termino de leer «La Náusea», primer libro del filósofo, escritor, novelista, biógrafo, crítico literario francés, padre del existencialismo: Jean-Paul Sartre.

Les digo que he quedado maravillada con las perspectivas hacia el ser humano y la vida de este escritor para el cual la existencia es sólo una imperfección. Este texto es para leerse una y otra vez, digerirlo, desmenuzarlo, entenderlo y reflexionar.

Quiero compartir algunas cuantas citas interesantes que encontré en este libro, así como conceptos fundamentales para llegar a entenderlo.

El existencialismo define que el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.

Esta misma libertad convierte al individuo en un ser responsable de sus actos. Hay, por lo tanto, una ética de la responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo de los actos que realiza en el ejercicio de su libertad.

«Desearía tanto abandonarme, olvidarme, dormir. Pero no puedo, me sofoco: la existencia me penetra por todas partes, por los ojos, por la nariz, por la boca… Y de golpe, de un solo golpe el velo se desgarra, he comprendido, he visto.»

«Un gesto, un acontecimiento en el pequeño mundo coloreado de los hombres nunca es absurdo sino relativamente: con respecto a las circunstancias que lo acompañan.»

«Todo lo que existe nace sin razón, se prolonga por debilidad y muere por casualidad.»

«Simplemente, yo no veía ese negro; la vista es una invención abstracta, una idea limpia, simplificada, una idea del hombre.»

«Creo que hay quienes han comprendido esto. Sólo que han intentado superar esta contingencia inventando un ser necesario y causa de sí. Pero ningún ser necesario puede explicar la existencia; la contingencia no es una máscara, una apariencia que puede disiparse; es lo absoluto, en consecuencia la gratuidad perfecta. Todo es gratuito: este jardín, esta ciudad, yo mismo. Cuando uno llega a comprenderlo, se le revuelve el estómago y todo empieza a flotar.»

«Nada ha cambiado y sin embargo todo existe de otra manera.»

«¿Cómo yo, que no he tenido fuerzas para retener mi propio pasado, puedo esperar que salvaré el de otro?.»

«Se revelaba la verdadera naturaleza del presente: era todo lo que existe, y todo lo que no fuese presente no existía.»

«Las cosas son en su totalidad lo que parecen, y detrás de ellas… no hay nada.»

«Sí, estoy contenta de que sigas siendo el mismo. Si te hubieran mudado de sitio, pintado de nuevo, clavado al borde de otro camino, no tendría nada fijo para orientarme. Me eres indispensable; yo cambio, queda convenido que tú permaneces inmutable y mido mis cambios en comparación contigo.»

«Sé que nunca más encontraré nada ni nadie que me inspire pasión. Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera… Hasta hay un momento, al principio mismo; en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.»

¿Qué era para el protagonista de esta historia lo que él llamaba «La Náusea»? Creo que sería conveniente no revelarlo, es mejor descubrirlo durante la lectura de la obra.

Este libro resulta ser un texto perfecto, se los garantizo. ¿O alguien se atreve a contradecirme?

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Un comentario sobre “La Náusea.

  1. La verdad que estoy contigo. Quizá pueda costar un poco al empezar por ser tan quietista y tan centrado en la subjetividad del personaje, pero una vez pasan las primeras páginas es un libro que no se olvida.

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