Sécate las lágrimas, que está por amanecer y la luz del sol te traerá una perspectiva distinta de tu dolor.
Sécatelas porque no hay dolor que no termine, y el tuyo está por terminar, cuando a tu lado abraces la felicidad.
Sácate todo temor del corazón porque vivir con miedo es no vivir, sin pasión, sin arriesgarse es vivir muerto.
Niégate a todo aquello que te diga que el dolor es parte de ti y que es necesario sentirlo, niega una y otra vez que eres débil, te lo ruego, eres fuerte y tu fortaleza estará presente cada vez que la oscuridad te rodee.
Advierte que sientes, advierte que amas con intensidad, con la misma intensidad con la que estás dispuesto a sobrellevar los momentos difíciles.
El despertar está cerca, deja la ventana abierta para que con la mañana entre el sol iluminándote el alma y la brisa fresca de octubre, de este octubre, alegre tu corazón.
Deja te abrace fuerte, que en mi abrazo va toda mi intención de sanar tu corazón.
L. F. Adame.