Texto publicado en SDPnoticias.com el 06 de Octubre de 2011 – http://tiny.cc/xhim2
Debido a la disponibilidad y afluencia de la tecnología de telefonía móvil con acceso a Internet, es común que traigamos el celular casi 24 horas al día como parte de nosotros mismos, cuando despertamos lo primero que revisamos es si tenemos una llamada pendiente, mensaje, tweet, mención, mensaje de Facebook o cualquier cosa similar. Nos acompañamos también del aparatito en cuestión cuando vamos al baño, cuando comemos, cuando estamos manejando o platicando con otros, incluso mientras caminamos vamos más atentos al celular que a nuestro alrededor, con grandes posibilidades de darnos un buen tropezón. Digamos que para bien o para mal, ya forma parte de nosotros mismos y de nuestra identidad.
Hace no mucho tiempo tuve una comida con algunos de mis compañeros de trabajo, personas de varios niveles organizacionales de la empresa. No era un reunión típica de relax, sino se trataba de comentar tópicos importantes referentes al trabajo. Cierto individuo que participaba en tal reunión en lugar de adentrarse en la plática que nos ocupaba no dejó de revisar su teléfono cada 2 minutos para ver si tenía algún mensaje, aviso o notificación, no exagero con decir que cada 2 minutos, y creo que este período se le hacía largo ya que en general se mostraba inquieto y más atento a su celular que a la plática que estábamos sosteniendo, lo cual me pareció una falta de respeto inmensa ya que a cualquiera de nosotros nos gusta ser escuchados cuando estamos hablando, y no sentir que estamos siendo ignorados y que nuestras palabras se están llendo directamente a la basura. La verdad para mi esa persona dejó mucho qué desear con su comportamiento y educación.
El caso anterior es similar a cuando estás presente en una junta de trabajo, tienes tu computadora en frente y te pones a hacer cosas en ella en lugar de prestar atención a quien expone sus ideas a los demás, lo digo por experiencia, he estado en las dos situaciones, como la que habla y no la pelan, y como la que está enviando mails o resolviendo problemas en la computadora cuando alguien más habla. Mi justificación es válida: Soy multitasking (multi-tareas) puedo hacer más de una actividad a la vez.
Ser multitasking es una característica que poseemos muchos seres humanos, mayormente las mujeres, dicen; pero creo que eso no es de ninguna forma una excusa para dejar de prestar la atención debida cuando alguien más está dedicando su tiempo y energía a hablarnos.
Según las encuestas, el 90% de los adultos cree que es irrespetuosa la forma en que se usa la tecnología móvil, pero un 20% de ellos admite cometer la misma falta. Es evidente las nuevas generaciones no respetan al prójimo cuando usan sus celulares, por lo que es imperativo que nos eduquemos nuevamente en esta materia y me permito listar algunas recomendaciones para cuando usemos teléfonos celulares:
- Evitar tomar llamadas cuando se está platicando cara a cara con alguien, a menos que sean de suma importancia.
- Si se toma una llamada en el escenario anterior, pedir permiso para hacerlo a la persona con la que se está conversando. Tan sencillo como «Me permites, tengo que tomar una llamada».
- El celular no se pone sobre la mesa, es de pésimo gusto.
- Evitar enviar mensajes de texto, twittear o revisar tu timeline de Facebook cuando se esté conversando con otras personas.
- De preferencia poner el teléfono en modo «Silencio» cuando se esté en algún teatro o restaurante.
- No realizar llamadas telefónicas mientras se está manejando un automóvil, por nuestra propia seguridad, mucho menos ir revisando Twitter mientras conduces el auto. En la última semana me ha tocado ver de carro a carro a 3 personas en distintos días que iban revisando información en su celular con el carro circulando por avenidas de la ciudad.
- Evitar ir escribiendo o leyendo en el celular mientras caminamos.
- En caso de comidas familiares, los padres deben de establecer reglas para sus hijos en el uso de dispositivos móviles.
Las quejas principales relacionadas con la etiqueta en uso de tecnología móvil son: usar dispositivos móviles mientras se conduce un carro (un 73%), hablar por teléfono en voz alta en lugares públicos lo cual puede resultar molesto para muchos (un 65%), y usar un dispositivo móvil mientras se camina por la calle (un 28%).
Es de suma importancia que cambiemos nuestro comportamiento, por nuestra propia seguridad, la de los demás y por educación. Las normas de convivencia no deben adaptarse a la tecnología, sino al revés. ¿Qué vamos a hacer al respecto?